Desde su llegada al sur de California, el entrenador ha puesto énfasis en la defensa en transición y en las grietas que el equipo deja a lo largo y ancho del perímetro.
Estas fueron precisamente las facetas que Vinny Del Negro no fue capaz de corregir, y una de las razones principales por las que los Clippers no pudieron avanzar en los playoffs la temporada pasada.
El debut ante Los Angeles Lakers no fue para nada auspicioso en esas áreas, y la puntería y energía de los laguneros dejó en evidencia lo lejos que están de su meta.
"Salimos con las intensiones correctas pero no hicimos las cosas bien", dijo Rivers. "Tuvimos muchos quiebres defensivos y las cosas que trabajamos, cuando se encendieron las luces, no las hicimos".
Los Lakers conectaron un altísimo 48.3 por ciento desde la línea de tres puntos (14-29), y seis de ellos llegaron durante el último cuarto, en una racha que definió el encuentro.
"El juego se sintió desarticulado", opinó J.J. Redick. "Ellos tuvieron ráfagas y fue frustrante. Como unidad dejamos que afecte nuestra energía".
El escolta dijo que conseguir un perímetro más hermético será clave.
"Debemos estar enfocados para perseguir a los rivales en el perímetro", indicó. "Nuestra táctica se rompió y tenemos que controlar a nuestro hombre. Muchos de los triples llegaron a través de la presentación".
Rivers dijo que sus jugadores deben mantener la fe en el sistema, aún cuando el desarrollo no se da en su favor.
"Cuando la situación se puso complicada revertimos a cada uno hacer lo suyo", apuntó. "Ningún equipo gana sin plan y nadie es bueno por error".
Tanto Redick como Blake Griffin hablaron de la disciplina necesaria para mantenerse adheridos a las enseñanzas defensivas del entrenador.
"Siempre y cuando nos comuniquemos podemos compensar por muchos errores", dijo el delantero. "Esas son las cosas que podemos hacer hasta que la defensa sea familiar".
Las desatenciones también resultaron costosas, ya que los Lakers consiguieron 28 puntos como producto de las 16 pérdidas de los Clippers.
Además, los dirigidos por Mike D'Antoni capturaron 18 rebotes ofensivos, algo que se tradujo en 30 puntos de segunda jugada.
"Los puntos de segunda chance y productos de las pérdidas también fueron importantes", dijo Griffin. "Parecía que cada vez que necesitábamos una parada la conseguíamos pero no capturábamos el rebote defensivo".
Sin dudas el debut no fue el esperado, pero Rivers aseguró que no es razón para entrar en pánico ni para introducir grandes cambios.
Aún más importante, Redick lo tomó como una oportunidad para mejorar.
"Hay que aprender de los errores siempre", dijo. "Lo del [martes] podría ser algo bueno para nosotros si respondemos de la manera correcta".
Los Clippers deberán hacer dichos ajustes de inmediato, ya que su próximo rival, los Golden State Warriors, se caracterizan por su precisión desde lejos, y sin duda serán un buen rival para medir el progreso de este grupo en construcción.
ESPN Deportes
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